¡Bendiciones Familia!
Una reflexión para inicio de semana.
La fotografía que acompaña esta reflexión es conocida como:
«La Noche Estrellada».
La misma es un óleo sobre lienzo del pintor Vincent Van Gogh, pintado en junio de 1889. Es considerada una de las pinturas mas famosas de dicho pintor.
En ella, Van Gogh, refleja la vista desde la ventana de su habitación de asilo justo antes del amanecer, con la adición de un pueblo imaginario.
Tras experimentar una crisis, el 23 de diciembre de 1888, y que tuvo como resultado la pérdida de su oreja izquierda, Van Gogh ingresó voluntariamente en un manicomio, ubicado en un antiguo monasterio. Permaneciendo allí, por espacio de un año.
Durante ese año en el asilo, Van Gogh , produjo algunas de las obras más conocidas de su carrera.
La noche estrellada es una de las pinturas más reconocidas en la historia de la cultura occidental.
La misma, ha provocado que dicha obra sea objeto de múltiples estudios e interpretaciones a lo largo de su historia.
Algunos aseguran que en ella, el pintor muestra un «anhelo religiosamente inclinado por el más allá». Y esto así, por la presencia del gran árbol Ciprés que acompaña la imagen.
El ciprés es considerado como: «el árbol de la muerte en los países mediterráneos».
Para otros, Van Gogh estaba contemplando su muerte, aunque para algunos a lo que se refería era a la muerte de la “cultura”, que le rodeaba.
Sin embargo, más allá de las interpretaciones, en mi caso personal, lo que ha llamado mi atención de dicha obra, es la presencia (casi imperceptible), del edificio de una iglesia de la época del pintor.
Y esto, llama mi atención, porque aunque varias de las casas que aparecen en el pueblo imaginario del pintor, están iluminadas, ¡la iglesia PERMANECE OSCURA! Esta apagada.
Mantiene un campanario apuntando hacia arriba, pero ella está oscura.🤔
¿Que quiso mostrar el pintor?.
El cielo está totalmente iluminado y el ciprés recibe suficiente luz para distinguir su color pero ¡la iglesia está oscura!.
Los llamados a ser la “Luz del mundo” han perdido su propia luz.
En verdad, nunca sabremos lo que pasaba por la mente de Van Gogh, a la hora de pintar su obra. Ojalá no sea, que a través de su pintura, nos esté diciendo que no encontró la luz que necesitaba en su noche más oscura.
¡CRISTIANO NO APAGUES TÚ LUZ!. ¡Todavía muchos Van Gogh necesitan ser iluminados!
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